Algunas palabras que la definen como mujer, como mexicana y como amiga.

Perfil de Lili Bolívar

Lili Bolívar nació en México,  D F un 23 de agosto; de madre tamaulipeca y padre también defeño como Lili. Hija mayor de una pareja  de jóvenes muy intrépidos: Luis Fernando Bolívar Terrazas (22) médico cirujano; ejemplo y guía de toda la vida de Lili. Su madre, Lilia Sánchez Cabrera (17) decidió, desde su juventud, ser madre excepcional; y el tronco inquebrantable de toda la familia.

El abuelo paterno de Lili, nació en Champotón, Campeche José Ángel Bolívar Daniel, un hombre fuera de serie, por haber sido un verdadero ángel para toda la familia y, su abuela materna, Eloísa Cabrera Rojo de Texcoco, Estado de México. Modelo de abnegación y resistencia. Ella enseñó a Lili a cocinar y a tejer;  las mejores cualidades de doña Eloy después de su honestidad y abnegación.

Conoció poco a su abuelo materno Rafael Sánchez Reyes, porque pronto le fue infiel a doña Eloísa y ella sin mayor premura lo mandó a volar; a su abuela paterna no la conoció, ya que murió muy joven, víctima de eclampsia. Sin embargo, está segura que heredó de ella lo recio de su personalidad y la amplitud de sus horizontes. Lili tuvo 5 hermanos menores: 4 mujeres y un hombre (Yolanda, Patricia, Susana, María Dolores y Luis Fernando) a todos los lleva en el corazón.

Lili comenzó la primaria en el Colegio Lux de Hermosillo, Sonora y prosiguió en el Liceo Franco Mexicano del Distrito Federal. La preparatoria la hizo en el Colegio Simón Bolívar y su carrera de antropología social en la Universidad Iberoamericana cuya enseñanza la administraban y la impartían los sacerdotes jesuitas.

Su primer trabajo se lo ofreció la Dra. Guadalupe Rivera Marín, la hija mayor de Diego Rivera y Lupe Marín. El empleo fue en el entonces llamado Departamento del Distrito Federal, ahora CDMX. Esta experiencia se terminó con motivo de  la efervescencia originada por el Movimiento del 68. Pese al corto tiempo de duración de ese empleo, doña Lupe fue para Lili ejemplo a seguir como mujer, como política y como profesional.

Al terminar Lili la carrera de antropología, trabajó en la Agencia Mexicana de Noticias Notimex, formando  parte de la redacción y del noticiero que la agencia presentaba todas las noches en Canal 8. Ahí tuvo la gran oportunidad de entrevistar a grandes figuras de la vida cultural nacional. Entre ellas, entrevistó a Rosario Castellanos, a Carlos Fuentes, a Juan Rulfo, a Rufino Tamayo, a José Agustín y a otros más. En ese empleo, su jefe fue el Lic. Enrique Herrera Bruquetas, funcionario que motivó ampliamente en Lili su aplomo y seguridad personal.

Después de ese trabajo, Lili acompañó a sus padres a vivir una temporada en San Diego, California y allá trabajó en la Delegación de Turismo del gobierno de México. Esa ciudad fronteriza trazó el derrotero de la vida de Lili. Fue allá en San Diego, donde conoció a un joven sonorense que ya venía de Europa, y traía con él grandes ilusiones y planes para su futuro. Fue comisionado en el Consulado de México, en calidad de 2º de abordo (en lenguaje consular llamado Cónsul Adscrito). Se casaron en 1976 en Valle de Bravo, y sus padrinos fueron 4 arrieros de ese pueblo mágico. Lili y Edgardo procrearon una hija Ana Fernanda y  un hijo, Luis Edgardo. De este par, tan cercano a su vida, a sus propósitos y a su amor, hablará Lili con mayor amplitud. Claro incorporando a dos pequeñas joyitas, Nicolás de 4 años, y Mateo de 6 meses, hijos de Ana Fernanda y su querido esposo, Rafael Rocha.

Lili es una mujer valiente, feminista, cálida, amiguera y absolutamente solidaria con su género. Considera a la mujer 50% del binomio hombre/mujer. Sabe que para la mujer no hay imposibles ni en el trabajo ni en el pensamiento. Está convencida que la mujer puede combinar el ser madre con su vida profesional sin problema alguno. No le pasa por la cabeza que la mujer haya nacido, simplemente,  para ser ama de casa.

Lili es una mujer que ha evolucionado en su pensamiento y que lucha a diario por que la mujer mexicana tenga las mismas oportunidades que el sexo opuesto. Pregona que el único camino para la liberación total de la mujer es la Educación. La mujer debe alcanzar total seguridad en sí misma, debe conocerse a fondo y estar convencida de que puede triunfar en todo lo que se proponga como reto.

Igual que como sucedió con su padre, la política le corre por las venas. Es la generación del 68 y repite que no descansará hasta ver un cambio profundo en nuestro país. México, al ser su pasión, no acepta ser parte de equipos cuyo derrotero sea el lucro y promoción personales. Su visión para el país es  de instituciones sólidas, y de ciudadanos, imbuidos de nacionalismo, equidad y compasión para empoderar al más desvalido. Trata de ayudar para que el individuo alcance la autosuficiencia, y para convencerlo con mesura, que no existe la pobreza endémica cuando el individuo se rebela contra ella y los que la producen en nuestro país.

Nació católica pero congenia con los libre pensadores y, en lo político, se identifica más con la Social Democracia. Cree a pie juntillas que los buenos y los honestos somos en nuestro país la mayoría. Para Lili no hay imposibles y su lucha colectiva es a nivel de países, de ciudades y de municipios. Le gusta la tranquilidad para vivir y Agua Prieta, Sonora es una de sus estancias porque ahí Edgardo compró la casa para su madre, doña Clotilde Rivas. Para Lili no hay nada comparable con la ahora llamada CDMX, o Ciudad de México como entidad federativa. Ese es su sitio y su mejor ambiente.

Lili es algo supersticiosa. Su signo del zodíaco es Virgo, aunque los astrólogos le dicen que tiene gran influencia de Leo. Si de números se trata, dicen las psicólogas que tiene todas las característica del 8, no es superficial, es líder y carismática.  Dicen que Jung la podría caracterizar como guerrera pues no cabe duda que es combativa y sale adelante contra viento y marea. Su color favorito es el rojo y su estación del año el otoño. Le encanta la navidad. Le gusta jugar cartas, leer novelas de amor. Su escritor favorito desde mucho antes de vivir en Perú, ha sido el peruano Mario Vargas Llosa. Y ahora es fanática de las series en Netflix.

Le encanta la música mexicana. Desde niña fue apasionada de las rancheras; y de sus grandes exponentes Pedro Infante y Jorge Negrete. Bailó en Las Palomas de San Jerónimo, que dirigía doña Esther Echeverría, en esos tiempos esposa del secretario de Gobernación y después presidente de la República, don Luis Echeverría.  Otra de las mujeres ejemplo en su vida. Siendo muy joven bailaba La Zandunga. Sin embargo su pieza musical favorita es las Cuatro Estaciones de Vivaldi.

A partir de que cumplió veinte años de edad, se sumergió en la lectura de la  Literatura Mexicana y Latinoamericana.  Su libro preferido, hasta ahora, es: Conversación en la Catedral de Vargas Llosa. Leyó a fondo a Carlos Fuentes, a Rosario Castellanos, a Octavio Paz. No le falta un solo libro de Mario Vargas Llosa, aunque le sigue fascinando  Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez. Hay que aclarar igualmente que también  Pedro Páramo es para ella una lectura sublime, cuya identidad es difícil encontrarla en las otras grandes obras literarias latinoamericanas y españolas.

Le gusta mucho leer Historia de México. Le encanta la época de los Contemporáneos, y especialmente la figura femenina de María Antonieta Rivas Mercado. Disfruta la poesía de Enrique González Martínez, Manuel Rodríguez Lozano, Jaime Torres Bodet y Salvador Novo.

Ha tenido grandes amigos entre mexicanos notables en lo humano y en lo artístico, tales como el gran periodista y politólogo don Alejandro Gómez Arias, la política doña Guadalupe Rivera Marín, el extraordinario escritor y ser humano Sergio Pitol, el activista Ing. Marcué Pardiñas, el pensador político y literato Enrique González Rojo y el director de teatro y conductor de televisión, don Luis G. Basurto.

Para Lili la amistad es uno de los pilares de la vida por lo que a lo largo de su existencia, fomentó grandes amistades en los países en los cuales vivió. A sus amigos los busca y los llama con frecuencia. Por su emotividad, Lili nunca se detiene en los defectos de sus amigos, solamente toma en cuenta sus cualidades. Procura el contacto permanente con los que quiere, no es rencorosa y perdona con facilidad cualquier mal modo. Edgardo dice que es posesiva, y tal vez así sea. Ella solamente guarda en su alma lo que la engrandece y la alimenta, lo opuesto lo libera para que se vaya a buscar nido en otra parte. Esa actitud positiva, Lili  desea conservarla cueste lo que cueste.