EL ARTE DE RECIBIR EN TU CASA

Esta costumbre, muy antigua por cierto, de recibir en nuestro hogar a los que queremos. Es una práctica social que se ha ido diluyendo y perdiendo su formalidad ¡Qué lástima! Porque encontrarnos en un ambiente moralmente cálido y acogedor, sea con familiares, con amigos, o incluso con individuos con quienes nos interesa conocer más de ellos; resulta enriquecedor, sano y constructivo. Image

EL ARTE DE RECIBIR EN TU CASA

 

Esta costumbre, muy antigua por cierto, de recibir en nuestro hogar a los que queremos. Es una práctica social que se ha ido diluyendo y perdiendo su formalidad ¡Qué lástima! Porque encontrarnos en un ambiente moralmente cálido y acogedor, sea con familiares, con amigos, o incluso con individuos con quienes nos interesa conocer más de ellos; resulta enriquecedor, sano y constructivo.

 

En la mayoría de las viejas y tradicionales culturas se ha considerado un arte saber cómo recibir en tu casa, para halagar al invitado. Este arte nada tiene que ver con situaciones económicas o de clase social. Entre los quechuas del Perú, se otorga el honor de recibir a los invitados a los ancianos de la familia; reconociendo el prestigio de su sapiencia, y la experiencia adquirida durante una larga vida comunitaria.

Ser anfitrión de un evento, implica cierta responsabilidad moral. Al planear una reunión, debemos tener como premisa el deseo de reunir mentalidades afines o complementarias en su forma de ser, vivir y de pensar. El que invita tiene que prever la reacción de los demás; ya que se trata de encontrar en grupo una distracción de la rutina diaria; así como un acercamiento – no conflicto o confrontación- con los invitados. No debemos subestimar que el acercamiento a amigos y familiares nos hace más humanos y alimenta la cordialidad y la solidaridad.

 

El anfitrión debe saber escuchar, respetando los puntos de vista de sus invitados, pero expresando con calidez de amigo, los suyos propios. No debe antagonizar infructuosamente. Son ocasiones para compartir alimentos, bebidas y puntos de vista. El lugar y su decoración, deben coadyuvar a crear una atmósfera acogedora y armónica.

 

Es precisamente en esas ocasiones cuando mostramos nuestro verdadero rostro; es cuando permitimos que los demás atisben en nuestra sinceridad, en nuestra intimidad del hogar, y en el cariño que tal vez en otras ocasiones no hubo oportunidad de demostrarles. En otras palabras, es abrir el corazón a los amigos, mostrando lo mejor de nosotros mismos.

 

Los mexicanos disfrutamos como nadie el gusto de recibir en nuestra casa a los amigos y a los familiares para departir momentos de alegría, para comentar acontecimientos familiares, para festejar aniversarios o cumpleaños. Es precisamente en estos eventos, cuando hay que lucir lo que sabemos cocinar, como algo que nos hace diferentes. Es decir, aprovechamos la ocasión para invitarles a probar bebidas y alimentos que a nosotros nos gustaron en alguna oportunidad especial que vivimos. Es salir de la rutina de nosotros y de ellos mismos, para hacer de nuestra reunión una ocasión que a todos deje un gratísimo recuerdo.

 

Cada cultura tiene sus propias reglas para recibir invitados en la intimidad de su hogar. En el Medio Oriente, región, en la cual recibir en casa es un arte, un gusto y un honor para el anfitrión.

 

El Arte de recibir invitados en el Líbano y Siria

 

Los libaneses al invitar a una cena o comida en su casa, hacen notorio su trabajo de escoger los platillos, y pulir los detalles. La mesa (término castellano de origen árabe, que proviene de mezza, que denota la colección abundantísima de pequeños platillos, sumamente elaborados, para abrir boca, antes de los platos principales), debe siempre lucir tres características básicas: abundancia, variedad, y colorido. Su mantelería, muestra los dibujos y grabados de sus vajillas. Sus cubiertos han inspirado a los artífices franceses, y sus alimentos datan del tiempo de Jesucristo, y fueron expandidos por la sofisticación del Imperio Otomano por todo el Oriente, y en partes de Europa que estuvieron sometidas a los turcos, como Grecia y los países balcánicos. La comida del Medio Oriente es muy rica en verduras, en pescados y mariscos, y en variedades de dulces y pastelillos.

La Mezza libanesa es un ritual y un arte culinario de variedad y sofisticación. Es la comida del Mediterráneo abundante en aceitunas, aceites de oliva, panes de trigo y otros cereales, garbanzos, berenjenas, pistaches y almendras.

 

Por otra parte, para el invitado estar en ese recinto, en ese hogar, es un privilegio muy especial, porque esas casas y departamentos han pasado de generación en generación; ya que la casa familiar nunca se vende para repartir herencia. Esa casa siempre es de todos los hijos, cuando los padres mueren, es el lugar de reunión de la familia, los fines de semana o en los eventos especiales. Es el maravilloso refugio del que se queda desempleado, invalidado, viudo o solo en edad avanzada. Es la seguridad de que en la familia nunca habrá uno de sus miembros que mendigue el pan o que viva en la calle; es pues un concepto maravilloso de solidaridad familiar con el que la está pasando mal en la familia por enfermedad o por escasez económica.

 

La Recepción de invitados en México.

 

En la cultura mexicana, sea cual fuere la condición económica y social de la familia, se festeja en grande el bautizo de los hijos, los quince años de la hija, el matrimonio, o la primera comunión.

 

Las cenas y recepciones diplomáticas.

 

Tomaré ejemplos diplomáticos para hablar del tema, por la sofisticación que en esa área se ha alcanzado, como parte de la relación entre los países que se materializa en los eventos diplomáticos de cualquier nivel. Las embajadas, sin importar su nacionalidad, observan un protocolo muy estricto de acuerdo al festejo de que se trate. Recibir en la residencia del embajador va desde la visita protocolar de un nuevo embajador que es relativamente sencilla, pero muy formal; hasta la celebración de la Fiesta Nacional, o aquella recepción que se organiza con motivo de una visita oficial del jefe del Estado Mexicano, que puede ser tan elaborada como el presupuesto de la misión diplomática lo permita.

 

En la Diplomacia, en todos los casos de celebración o de relación entre los propios diplomáticos o con el Estado receptor –y de éste hacia ellos- impera rigurosamente el protocolo; es decir, los cánones de respeto y fórmulas de cortesía, que emanan del respeto que se debe al concepto jurídico de la soberanía de Estado. El invitado espera que por su investidura que lo hace un representante plenipotenciario de su país y Estado, acreditado en ese país que le ha dado su beneplácito, debe a sus pares y estos al Estado que los recibe, en forma recíproca, un tratamiento especial estrictamente regulado por Convenciones bilaterales y multilaterales. Así la llamada Precedencia de los jefes de Estado o de los propios embajadores que asistan al evento, no deja espacio para equivocaciones que pueden interpretarse como menosprecio al Estado que el embajador representa o al Jefe del Estado que representa.

 

La Precendencia es el orden que se sigue para sentar a los asistentes, o para nombrarlos, o acomodarlos en la mesa de trabajo o de la comida o cena formal. Es incluso el orden en que se acomodan en el proscenio desde el cual se pronunciarán los discursos. Cuando tales reglas se aplican a nivel nacional a los gobernantes nuestros y sus colaboradores, le  llamamos la Prelación, es decir el orden  que se sigue a nivel nacional cuando participan los Poderes del Estado, o los miembros del gabinete presidencial, del gobierno estatal, o del municipal, en un evento público, sea un acto oficial, un desayuno, comida o cena. En todos estos casos, después del jefe de Estado, o de Gobierno o Municipal, hay otros funcionarios que tienen una prelación por ser las funciones de unos u otros más importantes o delicadas, Por ejemplo, el secretario de Gobernación, como jefe del Gabinete Presidencial tiene precedencia sobre el resto de los secretarios de Estado, en todo evento en que sus colegas estén presentes.

 

En una cena en una embajada, la precedencia se aplica al orden en que se debe sentar a los embajadores conforme a la fecha de llegada a ese país en el cual representan al suyo. El Decano del Cuerpo Diplomático –es decir el embajador con mayor antigüedad acreditado en ese país, siempre tendrá precedencia sobre los otros embajadores. La forma en que el embajador, digamos de México, reciba a altos funcionarios del país anfitrión, y embajadores extranjeros ahí acreditados, reflejará en diversos detalles la cultura del país que se representa, y el profesionalismo del embajador(a) y su esposa que también protocolariamente es denominada la Embajadora. También en estas visitas el invitado  aprecia el profesionalismo del embajador, y sabe  cuando el embajador es un político improvisado o un profesional de la Diplomacia.

 

Los países de larga tradición diplomática, tienen perfectamente equipadas las áreas para la visita protocolar en sus residencias oficiales y cuidan los detalles culturales de la decoración de los salones, el equipo de la sala y la capacitación del personal que apoya al embajador(a) y a su esposa, la embajadora, durante el curso de esas visitas.

 

Por ejemplo, los franceses, alemanes, ingleses y españoles, prohíben a sus embajadores y personal de embajada, modificar la decoración de esos salones, ideada por expertos venidos desde las capitales de esos países. Incluyen esos arreglos, magníficas obras de arte y sillones bellamente tapizados, de estilos creados por esa cultura.

 

El entorno físico de una embajada debe incorporar no solamente la enseña patria y sus símbolos, sino obras de arte y artesanía fina de la cultura que representa, en un entorno de cordialidad y gran profesionalismo, tanto de la pareja que conforme al embajador y su esposa, como de aquellos que sirvan en los eventos de recepciones, cenas y comidas. Debe crearse la sensación de estar en territorio de ese país departiendo con personas deseosas de mostrar orgullosamente la cultura de su Patria. La conversación debe versar sobre los lazos que nos ligan a la cultura de los invitados, y el embajador debe mostrar conocimientos de la cultura de su invitado, de sus costumbres y tradiciones más conocidas internacionalmente, para que esa visita de cortesía muestre nuestro interés por ese país amigo. La comida, la bebida y la forma de presentarlas, adquiere una fundamental importancia como instrumento de acercamiento y de difusión de lo nuestro.

 

Recuerdo la visita que realizamos cuando estábamos adscritos en Arabia Saudita, al embajador de Kazajstán, república túrquica del Asia Central, cuando al consumir las botanillas que se ofrecen en esos casos, nos dijo: Mi hijo viene a tocar un instrumento muy nuestro, la balalaika, y nos amenizará con una melodía. Nunca hemos olvidado ese lindo detalle y siempre que pensamos en ese país lo imaginamos cálido y amante de la música.

 

Recibir en una embajada sería un ejemplo extremo por los detalles del protocolo diplomático; pero no deja de ser ilustrativo de que a veces la forma es fondo, si queremos mantener la amistad, la cordialidad, y la confianza mutua. He decidido escribir sobre este tema porque creo que a muchas mujeres nos interesa saber recibir en nuestras casas. Sin ser tan rígidas las formas como las que imperan en una cancillería nacional, o en una embajada, ese savoir faire nos puede ilustrar cómo los detalles fomentan la buena fe y la cordialidad entre los Estados soberanos. Me permitiría agregar que también los detalles y la actitud a la hora de mostrarlos, fomentan y afianzan las relaciones humanas, mientras que el desdén y la falta de cortesía o consideración con nuestros invitados, rompen relaciones familiares o de amigos, y rara vez esas relaciones pueden recuperarse sin recelo de ambas partes, incluso si la falta de consideración se dio entre familiares.

 

Así como la embajada refleja la imagen del país, nuestra casa refleja la forma de ser de nuestra familia; y también el nivel de educación, de sencillez o de sofisticación familiar. Muchas veces en la naturalidad está el gusto pero hay ocasiones en que debe uno hacer eventos más elaborados. Por ejemplo, la celebración de la boda de nuestros hijos no es una simple reunión familiar, algunos prefieren que sea un evento en grande para que los demás también lo recuerden. Es un evento que se guarda en la historia familiar, por las fotografías que se toman, o los recortes de los periódicos donde se comenta el evento, o simplemente porque ya muchos de la familia que participaron en tales efemérides, ya no están con nosotros.     


Factores importantes a considerar al recibir invitados en nuestra casa.

Tenga presente que la casa es el reflejo moral y de valores que dan coherencia a la familia.

La casa debe estar lista previamente a la recepción de los invitados, para no proyectar una imagen de improvisación. La limpieza general es lo primero que observan los invitados. Los cristales opacos o sucios, las maderas descuidadas, las sillas rotas, deben limpiarse o retirarse del área.

 

Se debe cocinar con tiempo para que a la hora de la reunión no haya olores a comida, por muy deliciosa que ésta sea. Los olores del guiso, del drenaje descompuesto, de animales domésticos, deben evitarse, ya que entonces es preferible hacer la reunión al aire libre si el clima lo permite. En interiores, es aconsejable esparcir un olor ambiental agradable y suave, no penetrante.

 

Las flores naturales y las velas aromáticas son un complemento muy agradable para los salones donde se recibirá a los invitados. Habrá que prever estos detalles.


Especial cuidado hay que poner en el orden y coherencia en la decoración que debe tener el área donde se recibirá a los invitados. Hay que definir previamente el lugar en dónde se va a realizar la reunión, conforme al número de invitados, así como determinar si la reunión será informal o formal. Especificar también, si será un coctel (con bocadillos y de pie), una comida o cena formal sentados a la mesa; o si se será de tipo bufet.

 

Si el evento es formal amerita invitación por escrito. Si es informal, una llamada telefónica de invitación puede ser suficiente, salvo que el lugar no sea fácilmente reconocible o asequible. Conviene por tanto, que el día anterior alguien se encargue de volver a llamar para recordarles la invitación al evento.

 

La vajilla a utilizar y la cristalería deben lavarse, si han estado guardadas desde meses atrás. También es importante asegurarse que tengamos los cubiertos y servilletas en número suficiente para no improvisar con cubiertos de plástico o servilletas de papel, si la reunión tiene cariz de formalidad.

 

Si nuestros hijos son pequeños, habrá que prever que antes de que lleguen los invitados, se revisen las áreas en dónde se va a departir para que no haya basura, objetos en desorden o mal puestos, que puedan servir de tropiezo para que alguien se caiga y termine en el hospital.

 

Es muy importante la apariencia e higiene del baño que utilizarán las visitas. Ese espacio debe estar impecable, con cierto olor fragante; y cuidar que no falten toallas, papel sanitario y jabón para las manos.

 

El formato de la reunión

 

Recuerde que los detalles los fija la definición de la celebración: lugar, número de invitados, el tipo de menú, las bebidas a adquirir, refrescos o bebidas alcohólicas, si es para hombres, mujeres, grupos mixtos, niños, jóvenes, adultos, etc. 

 

Si se trata de una cena entre amigos solamente para pasar un rato agradable, el ambiente debe ser relajado, para nada acartonado. La invitación puede hacerse por teléfono, y  mencionar a los invitados el objetivo del ágape, el lugar dónde se realizará, el horario, el atuendo casual, y repetirles el domicilio y teléfono de contacto. El objetivo puede ser, entre muchos otros, un cumpleaños informal –en cuyo caso se espera un regalo de poca monta-; o despedir a algunos compañeros o colegas que se van de la ciudad; reunirse con amigos de larga data, en cuyo caso, la memorabilia a través de objetos, fotos, y recuerdos especiales, cobra especial importancia en la decoración del evento del recuerdo que pretendemos organizar.

 

El evento cobra formalidad, sea por la naturaleza de lo que se celebrará, por el rango de la persona(s) agasajadas; por el hecho de que no medie una amistad larga y formal; o porque sea una reunión para el jefe de la oficina o de la fábrica. La invitación entonces debe ser  formal y por escrito, llevando la leyenda de R.S.V.P (Répondez s´il vous plâit) para que se pueda confirmar quiénes vendrán y no se aparezcan individuos que nada tienen que ver con el evento.  

 

La invitación debe aclarar nombre del invitado(s), tipo de evento, hora, lugar donde se celebrará, el tipo de atuendo a portar (de etiqueta –corbata blanca, es decir frac, o negra con smoking, formal pero más casual con traje de calle). De esta manera evitamos situaciones incómodas para los invitados que se sentirán fuera de lugar llegando tarde, llevando un invitado no deseado, o portando un atuendo inapropiado.

 

Los vinos

 

El menú en un evento especial debe ser algo más sofisticado, así como la selección de vinos o champaña o sidra de buena calidad para el postre y el brindis.

 

Para los aperitivos, puede comprar tequila de la mejor calidad. En los climas cálidos algunos prefieren vino blanco helado o cerveza, o cocteles diversos siempre frescos. Recuerde que ya en la comida, los vinos blancos son para las carnes blancas como los mariscos, las aves o la ternera. Los tintos para carnes rojas, patés, y carnes frías. Para los postres se consumen vinos o espumantes dulces, evitando el vino seco.

 

Especial cuidado hay que tener en preguntar si los invitados sufren de alergias alimentarias o de bebidas, para evitarles una intoxicación.

 

Recuerde que las reuniones con exceso de invitados, se convierten en eventos sin trascendencia por ser carentes de diálogo, al mezclar gente que no se conoce entre sí, lo que puede generarse es  frustración.

 

En todos los eventos, es recomendable música de fondo, de preferencia instrumental y a un volumen intermedio, que permita que los invitados puedan escucharse entre sí.

           

Por lo general, un menú completo consta de una entrada, un plato fuerte, una ensalada o verdura y un postre. Todo ello con la respectiva bebida. Si la comida se ofrece temprano se consideran más apropiadas las carnes, para la noche los pescados y mariscos o las carnes blancas son más apropiadas por ser ligeras. Las pastas son recomendables en las reuniones porque son nutritivas y de fácil presentación. Es importante cuidar que el menú esté balanceado, no deben faltar verduras o legumbres y finalmente el postre. En invierno se recomiendan cremas y sopas por su calidez. Para el verano las ensaladas frías son muy agradables.

 

Es de muy buen gusto una charola de quesos europeos diversos y fruta antes del postre. Un queso suave, uno añejo de sabor contundente, y uno fresco hace una charola muy sabrosa. Unas rebanadas de buen pan artesanal, y un vino joven. Las uvas o las fresas son una combinación muy acertada para el queso.

 

Para cerrar con broche de oro en una buena cena se puede ofrecer una tacita de café o un té de alguna hierba aromática como la yerbabuena o la manzanilla. Un licor –que son generalmente de sabor dulce- o una copa de coñac o brandy termina también con mucha elegancia una cena exquisita. 

 

Puntos a reflexionar por los anfitriones.

 

En una invitación de amigos la anfitriona puede lucir sus cualidades en el conocimiento de la buena mesa y puede ofrecer un menú tan sofisticado como sus conocimientos le permitan. En la vida todo es aprendizaje, existen excelentes libros de cocina mexicana o internacional, así es que es de muy buen gusto invitar a los amigos aficionados a la buena mesa, a degustar comida de diferentes países. Esta costumbre entre los diplomáticos es muy usual y verdaderamente se disfruta conocer las artes culinarias de las grandes culturas de nuestro mundo.

 

Recuerdo con deleite a los amigos árabes del Magreb cuando nos invitaban a degustar el Cuscus; comida de enorme valor cultural semejante al significado de la tortilla en la comida mexicana; o el bacalao que nos ofrecían en las embajadas de Portugal y España. Las delicias culinarias expresan el contenido y la grandeza de la visión cultural de un país.

 

La puntualidad en un evento social en casa es muy importante. Los anfitriones deben estar listos media hora antes de que empiecen a llegar los invitados, para echar un vistazo y verificar que todo esté conforme fue programado.

 

Es importante esperar un tiempo razonable a que estén todos los invitados para comenzar a ofrecer las bebidas. Diez minutos o quince a más tardar después de que llega el primer invitado debe empezar a circular los aperitivos y los bocadillos para abrir el apetito.

 

Los anfitriones deben estar siempre presentes con los invitados. Si la señora de la casa tiene que ir a ver algo a la cocina, el anfitrión debe quedarse con los invitados y sobretodo estar presente a la hora de recibir. Es importante que los anfitriones conduzcan la conversación, presenten a los que no se conocen bien, procurar evitar tocar temas escabrosos o molestos que puedan parecer que llevan destinatario, y que avivarán discusiones incómodas. Esto no quiere decir que no haya variedad y profundidad en los temas que se traten. Debe tratarse durante todo el evento que la charla sea amena y trate de integrar a todos los invitados.

 

Hay que cuidar la hora de pasar a la comida o cena. Nunca debe haber más de una hora quince minutos entre la llegada del primer invitado y el momento de comenzar a comer. Terminando la comida o la cena se puede regresar a la sala a tomar el café y los licores finales.

 

En términos generales los invitados deben partir una hora después de haber terminado la cena. Es importante recalcar que el protocolo dice que nadie puede despedirse mientras no se vaya el invitado principal.

 

Por ejemplo, en una embajada, si el acontecimiento es para despedir a los embajadores de cualquier país, mientras ellos no se despidan ningún invitado debe tomar la iniciativa de abandonar el lugar.

 

Cuando es una reunión familiar o una reunión de amigos los tiempos no son estrictos. Sin embargo, tampoco debe abusarse de la camaradería del anfitrión.

 

Dejamos para la siguiente presentación, un artículo exclusivamente dedicado a explicar los detalles de la presentación de una mesa formal y la forma de servir los platillos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

           

 

Comentarios

  1. Marcia Coss 27 de Mayo de 2017 a las 09:34

    Por tus platicas que disfrute tanto , GRACIAS .

  2. Lili Bolívar 29 de Mayo de 2017 a las 12:34

    Gracias Marcia! Ojalá y encuentre todos aquellos temas que sean del agrado de mis lectores...

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