Me decía mi papá que era un sabio: A veces perdiendo estamos ganando y traigo esto a colación pensando en el hecho de que en las redes se manejó mi nombre para ocupar la Casa de la Cultura en Agua Prieta, Sonora. Lo mencionaron mis amigos, por supuesto, y se los agradezco en todo lo que vale. Estoy segura que no lo hicieron en demérito de nadie.
Jesús Caneda y yo tuvimos, algún día la idea de traer a Agua Prieta la cultura que nosotros hemos conocido en otros espacios. Juntos trabajamos mucho. Fundamos incluso una agrupación cultural, CIAAP, de la sociedad civil en donde por unanimidad nos eligieron a la cabeza. En aquellos días no era nuestra intención encabezar el organismo porque sabíamos que había un sentimiento muy regionalista y que los nativos de aquí eran los indicados. En una asamblea de más de 20 personas, tengo el acta que se levantó aquel día fuimos elegidos, él como presidente y yo como secretaría de la mesa directiva.
Como parte del programa inicial, seguimos con el cine-club utilizando la magnífica colección de películas de Gustavo Ruiz Bretón. Nuestro gran evento en esos inicios fue la Exposición del mundo árabe, por la cantidad de objetos que Edgardo y yo coleccionamos en nuestros casi diez años de embajadores de México en esa parte del mundo. También logramos colocar en espacios públicos de Agua Prieta, dos placas conmemorativas de sus principales sitios históricos. La participación de Juan Valente Rivera, cronista de la ciudad, fue muy relevante en conferencias y coloquios. La única diferencia de enfoque entre Jesús y yo, fue la repartición de reconocimientos, otorgados por una u otra razón, que Jesús quiso seguir por ser ésta una costumbre muy arraigada en Agua Prieta.
Yo dejé el CIAAP
porque a los dos años, como lo especificaban los estatutos, se convocó a
elecciones y solamente obtuve 4 votos a favor de los 20 asistentes que votaron.
Cabe mencionar que nunca hubo en las reuniones mensuales más de 7 ó 9
asistentes. Decepcionada del resultado interpreté la votación como un signo de
menosprecio al trabajo que con mucho ahínco realicé por el CIAAP. Tal vez lo
que disgustó fue el marco de referencia que adquirí por tantos y largos años de
promover culturalmente a mi país en el extranjero, en tanto que esposa de un
embajador de México cuya labor, además de la política y la económica, es promocionar intensamente por el mundo, la
rica cultura mexicana y su milenaria historia.
En Agua Prieta, la autoridad ha puesto más énfasis en las efemérides civico-patrióticas, que en el arraigamiento de la cultura nacional; ambas vertientes son fundamentales, pero en opinión mía no una a costa de la otra.
Hago estas aclaraciones porque también en las redes he escuchado preguntarse: por qué Lili Bolívar ya no siguió en el CIAAP. Por eso es importante decirles que mi lectura de la votación, me mostró claramente que la visión que yo tengo de lo que es hacer cultura, no la comparten los ahora miembros de ese Círculo.
También es cierto que por la misma época la presidenta del Seminario de Cultura Mexicana, organismo que opera a nivel nacional, fundado en 1942 me ofreció apoyo para establecer aquí en Agua Prieta la Corresponsalía y ser su presidenta, cargo absolutamente honorario. La situación me ha planteado un gran reto, por la lejanía que tenemos del centro de la República. Convencer a los conferencistas para que realicen el largo periplo que significa llegar a este alejado rincón de la Patria que es Agua Prieta, ha sido tarea muy ardua.
En octubre del 2017 el secretario general del SCM vino a tomarnos la Protesta y la mesa directiva quedó conformada por mí como presidenta, acompañada de Juan Valente Rivera, Rodrigo Valenzuela, Graciela de la Torre, Ana Elva Cornejo, Alejandra Ibarra y Rafael Aguirre. Hace unos días presentamos nuestros saludos al Ing. Alfonso Montaño Durazo, quien nos ofreció todo su apoyo y compartió con nosotros su entusiasmo por la cultura.
Celebro el nombramiento de Jesús Caneda como director de Cultura en la actual Alcaldía. Fui de los primeros en expresarle mi felicitación. Estoy segura del impulso que Jesús dará a la cultura.
Por mi parte, agradezco a Reynaldo Gracia, a Nahuam Acosta, a Maricruz Montaño, a Rosaicela Acosta, a Juanita y a Leonardo Yáñez y a todos aquellos anónimos que al cruzar mi camino me han expresado su reconocimiento. No les fallaré, desde la corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana seguiré esforzándome por ese México que anhelamos.
Me queda la satisfacción de no haber fallado a mis convicciones ideológicas y de seguir siempre leal a mis principios. México para mí es el más grande de mis compromisos y nada ni nadie me hará desistir.
Agua Prieta, Sonora a 20 de septiembre de 2018
Recuperar la historia local, allegarse de las personas de la comunidad que tienen talento y promover ese talento a mí siempre me ha parecido lo más edificante. En cambio, abomino a las juntas patrias o los fuegos artificiales. Y siéntete aguapretense. El localismo en México es como un cáncer, pero los únicos que lo promueven son los que se basan en la lógica caciquil esa de que “entre menos burros más olotes”. En México, como en el resto del mundo todos somos emigrantes y nunca es tarde para echar raíces. En el desierto hay saguaros y también rodadoras y cada uno cumple su función creativa y restauradora. Tú siempre vas a estar asociada a la cultura... ¡cómo no!
El peor enemigo puede ser el que tienes al lado y tu sombra lo opaca, no me cabe la menor duda de que eres ganadora en todos los sentidos: no sólo les has regalado tu cultura y tu saber, te has entregado toda entera con tu gracia y tu entereza a cumplir a fondo cuánta misión se te ha encomendado porque amas a México y consideras que cada pedacito forma parte del todo que forma nuestro gran país ... No te rindas, si, aún perdiendo has ganado, sigue adelante siendo siempre ejemplo de triunfadora!!!
El dinamismo y trabajo en promover la cultura de parte de Lilí Bolívar son reconocidos por los aguapretenses inquietos por incrementar conocimientos, así como sensibilizarnos y hasta emocionarnos con las anécdotas por ella y por Edgardo, mi primo, durante sus muchos años representando a México en el extranjero. Son más bien algunos desplantes nada empáticos contra actividades culturales que gente local llevan a cabo, realizados sin afán de competir en ningún plano con tan admirables contribuciones, que apuntaron en su momento a sentir cierto desprecio de parte de Lilí. Personalmente fui receptor de sus expresiones y es lo que me llevó a escribir unas rimas, que no tienen el objetivo de exaltar como superiores pero sí dejar claro el legítimo sentimiento de orgullo por nuestra cultura pueblerina, incluyente a aportaciones de cultura regional y de alta importancia como la que el Seminario de la Cultura Mexicana ya ha compartido y lo hará en el futuro para bien de nuestra sociedad. Aquí mis rimas: LAS FIESTAS DEL PUEBLO Y SU CULTURA Acaso ser de pueblo es despreciable Porque nuestra cultura es muy modesta? No, no lo creo así, más bien loable Es presumir nuestra actitud de fiesta. Cultura es mucho más que haber viajado Dándole vuelta al mundo muchas veces, Pues hay cultura hasta en el ser que es criado En desiertos o en bosques de cipreses. Se nutre de cultura en libros sanos Que a nuestros ojos dan sabios consejos O bien informan lo que otros hermanos Comparten de sus viajes, cerca o lejos. Hasta tocar de música instrumentos Ha sido un eje de valor que hermana Como el teatro y el baile, los cimientos De la vasta cultura provinciana. Nadie debiera despreciar a seres Que por regionalismo hereditario Del pueblo han cultivado sus quehaceres, Desde infantil ropón hasta el sudario. El mundo lleno está de inteligentes, Como de aquellos que sólo aspiramos A usar con tiento el sol de nuestras mentes. Lo importante es que ricos o indigentes En las fiestas del pueblo nos gozamos. www.poemaspoetas.com A-B Antonio R. Munguía
Lili. Tu siempre has sabido brincar trancas así que tendrás éxito. Eres una gran guerrera. Felicidades. Con todo el cariño de quien ha compartido contigo momentos importantes.
El 16 de Septiembre en la Ciudad de México desfilan los militares. El 16 de Septiembre en Agua Prieta desfilan los niños. Los militares celebran su poder. Los niños celebran una fiesta. Lilí, todo tu empeño por traernos cultura a nuestro puebl0 es y será siempre reconocido con agradecimiento, pero c0mo antes lo hemos platicado no hay pueblo sin cultura: costumbres regionalismos del lenguaje, ritos familiares y comunitarios, creencias y hasta los mitos y leyendas del pueblo, etc forman nuestra cultura. Incrementarla no es inquietud de todos , para la mayoría es suficiente. Te entiendo a tí y entiendo a Ricardo porque comparto tu inquietud y comparto sus sentimientos. Un abrazo fuerte para los d0s. Ana Elva.
El 16 de Septiembre en la Ciudad de México desfilan los militares. El 16 de Septiembre en Agua Prieta desfilan los niños. Los militares celebran su poder. Los niños celebran una fiesta. Lilí, todo tu empeño por traernos cultura a nuestro puebl0 es y será siempre reconocido con agradecimiento, pero c0mo antes lo hemos platicado no hay pueblo sin cultura: costumbres regionalismos del lenguaje, ritos familiares y comunitarios, creencias y hasta los mitos y leyendas del pueblo, etc forman nuestra cultura. Incrementarla no es inquietud de todos , para la mayoría es suficiente. Te entiendo a tí y entiendo a Ricardo porque comparto tu inquietud y comparto sus sentimientos. Un abrazo fuerte para los d0s. Ana Elva.
El 16 de Septiembre en la Ciudad de México desfilan los militares. El 16 de Septiembre en Agua Prieta desfilan los niños. Los militares celebran su poder. Los niños celebran una fiesta. Lilí, todo tu empeño por traernos cultura a nuestro puebl0 es y será siempre reconocido con agradecimiento, pero c0mo antes lo hemos platicado no hay pueblo sin cultura: costumbres regionalismos del lenguaje, ritos familiares y comunitarios, creencias y hasta los mitos y leyendas del pueblo, etc forman nuestra cultura. Incrementarla no es inquietud de todos , para la mayoría es suficiente. Te entiendo a tí y entiendo a Ricardo porque comparto tu inquietud y comparto sus sentimientos. Un abrazo fuerte para los d0s. Ana Elva.
Sería bueno leer ese poema. ¿Dónde salió publicado? ¿Qué tipo de poema es? No hay que confundir el consumo de la cultura cívica que nos han recetado desde el gobierno con la cultura y la estética locales. Nada de lo patrio es local. Al revés, nos lo impusieron, justamente, para matar lo propio, lo de cada población y Sonora no es excepción en eso. Pero defender la cultura nacional también es importante. Y por nacional no hablo ni de la bandera ni de los desfiles. Para el culturista la cultura es música, arte, textiles, arquitectura, relatos, tecnologías propias, historia. Pero apreciar lo propio del terruño y despreciar lo que nos pertenece como país, como las muchas naciones que somos, no vale. El nativismo es una de las peores xenofobias. Algo absurda, además. Yo nací en Hermosillo y respeto a los que viven ahí, pese a haber nacido en otros municipios y estados. Cómo podría ostentarme como hermosillense, si he pasado toda mi vida menos un año fuera. En cambio, me congratulo de que siempre fui bien acogida en la ciudad de México, en Zacatecas, en París, en Sinaloa, en Ensenada, en La Paz, Bolivia, en Phoenix, en San Diego, sitios de los que me nutrí y cuya crisol cultural aprecio. En cada lugar convive lo propio y ajeno, porque la migración todo lo modifica y enriquece. Lo más bello de las ciudades es que en ella convivan muchos, de distintas naciones. Me bastó un paseo por Agua Prieta para querer buscar esa presencia de Oaxaca, de Michoacán, de otros estados del centro y sur. Hace años que vivo en EEUU y reconocer esa migración tan enriquecedora me hace sobrevivir la sensación de haber sido expulsada de mi México. Cuando escucho la música purépecha o disfruto del color y la textura de un rebozo de Santa María, nada me impide sentirlos míos. Nuestro país es tan rico que alcanza para que todos tengamos un pedacito de él, también los que formamos el México de afuera. Basta de nativismo. En nuestro enorme continente, casi todos somos inmigrantes. Y volviendo a lo personal. Lili cuenta con varias colecciones de objetos como para formar un museo. Su acervo sería valiosísimo y eso es otra cosa que noté en Agua Prieta, que falta urgentemente un museo de artefactos de la historia local y que sirva de punto de encuentro con otras historias, comenzando por el rico acervo de la cultura de distintas regiones de la vastísima Sonora y del resto del país, y sin dejar de lado lo que vendría de distintos puntos del mundo. Pensar en grande, soñar en grande, solo lleva a correr el riesgo de conseguir grandes cosas (aunque también haya por ello que padecer grandes pérdidas.)