La Corresponsalía del SCM siente un gran orgullo por haber logrado traer a esta frontera sonorense, a dos de nuestros mejores conferencistas hoy día, a nivel nacional. En una semana tuvimos un banquete cultural en esta ciudad; ya que pudimos dar vuelo a nuestra imaginación, al escuchar la amplia y profunda exposición de la grandeza del siglo XIX en nuestra nación. Estas conferencias se realizaron en el Auditorio de Seguridad Pública con el apoyo de la nueva Autoridad Municipal, el Ing. Jesús Alfonso Montaño Durazo.
Alrededor de 120
personas se dieron cita para escuchar el tema de Ángeles González Gamio, y
afortunadamente tuvimos una masiva representación femenina en el
auditorio. Éste es un hecho de gran
importancia pues solamente habíamos conocido lo indispensable de la aportación
femenina a la gesta independentista. En este evento, las mujeres hemos
reivindicado nuestra participación de fondo en nuestra historia nacional,
eliminando las manipulaciones de antaño, que argüían que el profesionalismo era
patrimonio del sexo masculino.
En el caso del
segundo conferencista, el Dr. Jaime Morera, parece que el tema expuesto por el
historiador, inquietó un poco a algunos asistentes, quienes afortunadamente no
se quedaron con las dudas e hicieron toda clase de preguntas. Se contó con la
asistencia de casi 100 personas. Estos diálogos los vemos definitivamente muy constructivos
porque afianzan e interpretan adecuadamente lo expuesto por los conferencistas.
La prensa estatal
cubrió y publicó un artículo sobre Ángeles González Gamio. Diyeth Arochi, la
corresponsal de El Imparcial consideró importante darse tiempo para entrevistar
al personaje de la talla de la cronista del Centro Histórico de la Ciudad de
México.
La Corresponsalía
ha recorrido un trecho inicial importante que nos lleva a hacer lo mejor
posible para explicar, pasear y aclarar dudas de los conferencistas, para ganar
su confianza y tranquilidad. Al regresarse, una vez que han visto el interés y
la cordialidad del público de Agua Prieta, y recorrido la ciudad de punta a
punta con las explicaciones del caso, nos hacen tangible su deseo de que los
invitemos una vez más para exponer alguno de los otros apasionantes temas de sus
agendas de conferencias.
No nos debe pasar
inadvertido, el gran esfuerzo económico de El Seminario, y el empeño desplegado
por la Mesa Directiva de la Corresponsalía aquí en Agua Prieta, para que se nos
incorpore a las agendas oficiales del Seminario. Éstas están siempre repletas de peticiones de
todas las ciudades de provincia y con las de la propia Capital de la Nación. Estoy
segura que los conferencistas regresan a sus hogares, convencidos de que han
tenido una probadita de una cultura local - ahora para ellos interesante- de la
cual contaban con escasos antecedentes, como no sean los derivados de la huella
profunda del guaymense Plutarco Elías Calles en la vida nacional.
¿Por qué hacemos las cosas cómo las hemos hecho?
Ahora, además, de que los hemos escuchado aquí en Agua Prieta, los hemos visto recorrer la ciudad de lado a lado con tanto entusiasmo y emoción, al incorporar sus temas históricos al marco sonorense y su realidad. A los dos conferencistas les significó una experiencia recorrer el tramo de la reja que nos divide con los EE.UU y que tanto rechazo genera en el mundo entero. Los dos nos pidieron hacer un alto y tomarse sendas fotografías frente a la pintura de La Puerta que simbólicamente plasmaron Mario Leyva y Martina Rendón.
Cuando Ángeles
comenzó su disertación aseveró a todos en un tono un tanto enérgico y empático
a la vez: ¨Son ustedes los guardianes de
este lado de la frontera. No olviden que tenemos una cultura única y
maravillosa. Nuestra comida por ejemplo, es Patrimonio de la Humanidad.
Acuérdense que nos tenemos que preservar muy mexicanos¨.
Ángeles pernoctó en
las Suites María Bonita y algunos
miembros de la mesa directiva del SCM la acompañamos a desayunar un delicioso omelette de migas y uno de esos
excelentes jugos de frutas naturales. Aprovechamos para escucharla a nivel más
personal. La encontramos una mujer sincera, muy cálida y decidida a conocer a
fondo la ciudad que visitaba. Su mexicanidad la hace patente con el rebozo que
siempre porta y que luce como lo auténticamente mexicana que es.
Ángeles nos pidió
que la paseáramos de punta a punta de la ciudad y, desde el principio, nos insistió
en ver las zonas más deprimidas y la planta de maquiladoras. Lourdes Bojórquez
la llevó a conocer la biblioteca de Juan Valente y estuvo muy emocionada con
las crónicas personales y apuntes varios que el autor nos ha dejado. Le dijo a
Lourdes: Tienes aquí un tesoro, ésta es
la historia regional escrita de Agua Prieta. Cuídala mucho, busca que alguna
universidad de Sonora te ayude a catalogar y a organizar toda esta información.
No es fácil lograrlo, pero Lourdes ya tiene la gran encomienda.
Saliendo de ahí la
llevamos a recorrer el sector central de la vieja Agua Prieta. Al pasar por la
casa de don Baudelio Vildósola, Lourdes se bajó a saludarlo y a decirle del
personaje que nos visitaba Él inmediatamente nos invitó a todos a pasar a la
casona. Junto a Ángeles disfrutamos de aquel salón afrancesado, de alfombras
blancas y grandes candelabros. Don Baudelio haciendo gala de buen anfitrión le
contó la historia de esa casa que fue propiedad del padre de su esposa y le
aclaró que, a pesar de haber sido construida por Plutarco Elías Calles, él
nunca la había habitado.
Paseamos un rato
por los jardines interiores perfectamente manicureados y tan escasos en este
desierto. De ahí invitamos a Ángeles a deleitarse con un buen platillo
sonorense, acordado previamente con el señor Durazo del Bonanza para que no faltara lo más típico y que ella se llevara una
idea completa de la culinaria del Estado de Sonora. Al sentarse, Ángeles pidió
un bacanora, diciéndonos: me dijeron
que no me lo podía perder. La vimos disfrutar las tiras de carne seca que
también le parecieron extraordinarias ¡Nada faltó! Los burritos de machaca, las
rajas de chile, los machitos, el lomo de cabrería y la arrachera, las enormes
tortillas de harina y por supuesto terminamos con el café de talega y las
coyotas.
Jaime como era su segunda estancia en Agua Prieta, ya que él como secretario general del SCM justo hace un año vino a tomar la protesta a nuestra mesa directiva y a explicarnos ampliamente qué es el SCM. En esta nueva ocasión optó por conocer el Kabuki y disfrutar de la comida japonesa que tanto le gusta. Por supuesto que Gustavo Ruiz Bretón, el famoso Tatay, hizo gala igualmente de la camaradería del sonorense.
Ambos conferencistas
estuvieron en Agua Prieta un solo día, pero los aprovechamos al cien por ciento;
les mostramos todo lo que había que ver y platicaron con todos aquellos que
quisieron compartir con ellos, no sólo conocimientos, sino calidez humana.
Estamos seguros que se llevan la mejor de las imágenes de Agua Prieta y que nos
van a poner en alto con los otros miembros del Seminario para animarlos a venir
a compartir sus temas.
Ángeles y Jaime
llegaron hasta esta lejana ciudad con el corazón abierto y con gran interés en
conocernos y compartir sus conocimientos. Los dos nos hablaron del mismo
momento histórico, ella visto desde la agudeza de las mujeres y él con la
profundidad que un historiador puede describir una época con la gama de matices
en los que puede solazarse.
Para ambos el siglo
XIX en México es una delicia. Hablan de todos y cada uno de sus personajes con
una familiaridad y un conocimiento al detalle que uno termina siendo amiga
íntima de doña Josefa Ortiz de Domínguez y disfruta la franqueza y la finura con
que la Güera Rodríguez le calló la boca la Obispo. Igualmente disfrutamos las
anécdotas y la trascendencia de las vírgenes de Guadalupe y de los Remedios en
nuestra gesta de Independencia.
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