EL PROFESOR REYNALDO GRACIA DUARTE
Nació el 22 de febrero de 1940, en Nacozari de García, Sonora, y fue ahí en donde tuvo su primer contacto con las letras y con los números en su escuela Primaria.
Poco tiempo después, llegó a Agua Prieta todavía en su infancia y desde entonces ya vislumbraba que la educación le sería como algo propio. Aquí en Agua Prieta, cursó la Secundaria en la histórica escuela Gral. Plutarco Elías Calles.
Al no haber en aquellos años en estos territorios nada más allá que el nivel secundario, en sus años mozos de juventud tuvo que marcharse a la vecina Cananea para estudiar la Preparatoria.
Al concluir Reynaldo su Bachillerato partió a Hermosillo para iniciar la carrera de maestro en la Escuela Normal del Estado. Oportunamente obtuvo su grado de docente con gran éxito. Ya con su profesión recientemente terminada, obtuvo su primer empleo en San Luis Río Colorado, Sonora.
Año memorable en su vida fue 1962, cuando Reynaldo Gracia se entregó en cuerpo y alma a educar a los niños de esta región fronteriza de Sonora. Asumió entonces en forma plena su vocación de formador de niños, niñas y adolescentes sonorenses.
Aún cuando él mismo era todavía muy joven, en su hogar se había nutrido de valores y de principios de vida que darían forma a su profunda honestidad como funcionario público y como profesional de la enseñanza.
En su larga trayectoria, conjugó como pocos maestros, una enseñanza sustentada en los canones de la formación académica, con el ejemplo diario de aplicación de valores y principios. Esta fórmula, ahora muchos quisieran que fuera obsoleta, pero sigue siendo el gran disuasivo para que las jóvenes generaciones locales pongan distancia entre ellos y los hábitos malsanos que ahora han arrastrado a nuestra juventud a las garras de la autodestrucción.
En septiembre de 1964, ingresó como docente a la Escuela Primaria Josefa Ortiz de Domínguez, a la cual sirvió con una diaria devoción por 21 años.
Aprovechó los veranos de los años 70s para cursar estudios especializados en la Escuela Normal Superior de Mazatlán, Sinaloa.
En 1985 probó nuevos horizontes en la Escuela Primaria Margarita Maza de Juárez, y en paralelo prestaba también servicios educativos a la Escuela Preparatoria Tomás Camacho Puente durante 15 años.
En 1994 tomó la decisión de jubilarse de la docencia después de 32 años de servicios y de una incansable entrega a la educación primaria de Agua Prieta.
Reynaldo Gracia es el nombre de un sonorense ligado toda su vida a la educación y a la cultura en este Estado de la República. Por ello, su jubilación fue solamente un sinónimo de cambio, ya que prosiguió a título personal con su pasión de difundir entre los jóvenes y los no tan jóvenes, cultura, civismo y valores morales.
Para él la instrucción fue el elemento fundamental en la formación de varias generaciones. Todo ello en el marco de la ética que rigió su propia vida personal y profesional. Su ejemplo nutrió igualmente la vida de muchos y esperamos que el mensaje que nos legó Reynaldo, siga siendo un faro permanente para aquellos jóvenes que ahora ya están insertos en la fuerza laboral.
Es importante resaltar que la brújula de nuestra existencia, es el respeto a nosotros mismos, y a la diversidad humana, en tanto que seres pensantes y entes morales.
De 1982 a 1985, Reynaldo acompañó a don Leonardo Yáñez en su gestión municipal y, posteriormente, se alejó prudentemente de la acción política. No obstante, se mantuvo muy activo en la vida pública, entendiendo ésta como el devenir cultural de su comunidad, sobre la cual su influencia fue determinante.
Su nueva búsqueda se encauzó a descubrir y a alentar talentos artísticos, acercándolos a la formación cívica y cultural. Ante la lejanía de Agua Prieta de las grandes ciudades de México, su insistencia fue imbuir en la juventud local, con apotegmas como el de que se alcanza todo lo que se sueña, independientemente de los escollos que haya que superar.
En 1994 se le invitó a dirigir el área de Fomento Cívico y Cultural de la Alcaldía, lugar desde donde sus 21 años de servicio dejaron una profunda huella. Organizó las grandes festividades patrióticas, dirigió los desfiles civicos, escuchó con empatía los sueños y anhelos de los jóvenes artistas y promovió algo muy característico de Agua Prieta: las estupendas academias de danza.
De esta manera, Reynaldo fue especialmente exitoso en acercar a la población aguapretense a las tradiciones mexicanas. Durante su gestión, se inició la tradición milenaria de los altares de muertos. También el concepto de China Poblana en vez de reina, Fomentó con gran éxito la creación de los dos excelentes ballets folclóricos, y dio un espacio a todo joven o adulto interesado en la cultura.
A los de aquí y a los de allá nos emociona y deleita escuchar a esos niñitos locales especializados en declamatoria. Aquí se ha enraizado la Oratoria entre los jóvenes, quienes han encontrado en ella un nuevo nivel de expresión con conciencia social.
De todo esto, el Profesor Reynaldo Gracia fue de una u otra forma, su catalizador y, por su bonhomía, su equipo de trabajo y los pensadores locales, siempre contaron con apoyo irrestricto y aliento para no claudicar.
Después de larguísimo tiempo con sus padecimientos ocasionados por la diabetes, se nos adelantó en el camino de la vida. Hoy, en el día en que hubiera sido su cumpleaños, hemos venido a recordar su vida y su obra en esta tarde inolvidable de danza, música y poesía, que era lo que a Reynaldo más le gustaba.
El Profesor Gracia ha dejado en todos los que aquí nos hemos congregado, una sincera amistad y el recuerdo de un funcionario íntegro y cabal, Descansa en paz Reynaldo: gran amigo y ciudadano incomparable.
¡Muchas gracias!
Escrito por: Lilí Bolívar.
Marzo de 2019.
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