RAFAEL GÓMEZ CASTREJÓN
Ayer concluyó la historia de un mexicano incomparable, un hombre bueno, luchador, trabajador, recto y honesto a carta cabal. Un hombre de los que, hoy día deberían ser ejemplo para todos nosotros.
Quizás lo conoció muy poca gente, pero los que tuvimos la suerte de cruzar su camino lo llegamos a querer y a admirar por sus cualidades.
Era un hombre jovial, le gustaba mucho la música mexicana. Si estabas en su entorno oías nuevas canciones y lo que estaba de moda en el género nacional.
Edgardo y yo lo conocimos hace 10 años que llegamos a Agua Prieta. Él reconstruyó cada rincón de nuestra casa. Era un albañil de primera, sabía de todo y cuando le pedías algo que no conocía tenía la humildad y la honestidad de decirte, busca a otra persona porque yo no lo sé hacer.
Su trabajo lo hacía con detalle y esmero. Nosotros tenemos ya diez años en Agua Prieta y la casa impecable, como el primer día. En aquellos años Rafa trabajaba para un contratista que seguro se llevó la mejor tajada, como es lo establecido.
Rafa era un hombre dedicado cien por ciento a su oficio y a su familia. Quería para ellos una vida mejor que la que él tuvo. Les infundió sus valores y el amor al estudio. Un día vino a pedirle a Edgardo que les diera a Estefanía y a Roxana clases de inglés. Venían todos los domingos puntuales y felices de aprender. Las dos, excelentes muchachas. Lástima que la pandemia COVID 19 tuvo que separarnos físicamente.
Rafa llegó a Agua Prieta siendo muy joven. Llegó como soldado a la Guarnición Militar y aquí conoció a Pilar, ella había venido desde Puebla contratada por una familia adinerada para ocuparse de su casa. Esto sucedió hace 36 años y Pilar también ha sido un ejemplo de lealtad y rectitud.
Rafa y Pilar formaron esta familia a la que ahora vemos tan triste y acongojada. No estuvieron solos a pesar de que sus familias están en Puebla y Guerrero. Faltó su hija mayor porque el destino la llevó a USA y sin papeles no pudo salir para venir a enterrar a su padre. Lo que viven tantos y tantos mexicanos que se van persiguiendo un sueño muy caro. Vinieron a despedirlo su hermana desde Chicago y su sobrino desde Acapulco
A Rafa el destino le jugó una mala pasada el 18 de noviembre pasado cuando estaba a punto de terminar su jornada laboral, ya había tomado a las 4.48 la foto acostumbrada del trabajo realizado en ese día. Subió al techo que reconstruía una lámina que lo hizo dar un paso en falso y se fue al vacío.
El dictamen médico dice que la contusión cerebral fue inminente y definitiva, sin embargo se le hicieron todas las luchas. El IMSS de Agua Prieta, al día siguiente lo llevó a Nogales en busca de mejores posibilidades médicas pero todo fue en vano.
Estefanía, Roxana y Pilar no se movieron de su lado. Hablaban con él y Rafa solo apretaba sus manos. Ya no hubo palabras solo dolor y desesperación.
Cuando Estefanía me llamó y me dijo: Le llamo porque mi papá los quería mucho. Sentí un vuelco en el corazón y una tristeza infinita. Nosotros no solo lo quisimos, lo admiramos y nos puede mucho su partida.
Rafa se fue antes de tiempo. Cincuenta y cinco años son pocos. Todavía le hace mucha falta a sus hijos y a sus nietos. Henry a sus once años lloraba con desesperación porque presiente la falta que le va a hacer su abuelo.
Pilar inspira, por momentos, mucha fortaleza. Se cae y pronto se levanta. Estefanía y Roxana fueron demasiado fuertes los días que lo acompañaron en el hospital. Cuidaron que no se escatimaran cuidados. Estuvieron atentas viendo cada una de sus reacciones y escuchando la gravedad que los médicos observaban.
Al llegar a la funeraria las dos perdieron la entereza. Para ellas, su padre era su ejemplo, su fuerza, el motivo de su vida. Hoy tienen todos una tarea: seguir su ejemplo. Rafael, su hijo apenas tiene 21 años pero sus ojos reflejan su integridad y su deseo de seguir el ejemplo de Rafa.
Rafa a todos nos dejaste una enseñanza. Fuiste un muy buen amigo, cumpliste tu trabajo a la perfección. Nosotros guardaremos siempre la casita de madera que con tanto detalle construiste para Nicolás y Mateo. Vete en paz porque dejaste una familia modelo. ¡No te van a fallar! Hoy desde el cielo, te vas a ocupar de ellos y como ángel de su guarda les seguirás marcando el camino.
Cumpliste con disciplina militar. Fuiste mexicano ejemplar . Gran padre, esposo y amigo. Sólo Dios sabe reconocer esas cualidades. Disfruta la tranquilidad eterna. Todos seguiremos la misma ruta y nos volveremos a encontrar.
Agua Prieta, Sonora a 28 de noviembre del 2021
Dios les de a cada uno la fortaleza para enfrentar esta gran pérdida, gran esfuerzo y dedicación de este sr tan honorable, que ha dejado un gran legado a todo el que lo conoció QEPD.
Que profundos conceptos Lilí. Rafa lo merece, un gran hombre, trabajador y responsable como el que más. Mi esposa Evangelina y yo hemos orado, primero por su salud y luego por su alma, seguros que Jesús lo ha recibido en el Paraíso. Evangelina lo trató y mucho cariño le tuvo; yo no tuve el gusto de conocer verla, pero sí a Pilar, su esposa, a quien considero muy buena amiga y le expreso mi condolencia más sincera, igual que a sus hijas que también conozco. Dios tiene sus planes para cada uno de sus hijos y estoy seguro que Rafa descansa en paz y feliz en el mundo espiritual.